El día comenzó con la noticia que nunca quise dar, Nuestro Padre Jesús Nazareno y Mª Stma de la Amargura no iban a realizar estación de penitencia por las calles de Aguilar. La gente comenzaba a llenar la iglesia a la espera de una respuesta y, sobre todo, a la espera de que la lluvia cesase. En ese momento, y una vez llegada la hora de salida de Nuestro Padre Jesús Nazareno, un portavoz de la Junta de Gobierno anunciaba que esperarían hasta las 9 de la mañana, porque habían dicho desde el INM que podría haber algún cambio en el tiempo.
Llegada esta hora, tras reunirse las Juntas de Gobierno de Mª Stma de la Amargura y Nuestro Padre Jesús Nazareno y, realizadas las respectivas votaciones, se anuncia que la Cofradía Nuestro Padre Jesús Nazareno había decidido realizar su salida procesional y, por otra parte, que Mª Stma de la Amargura prefería no realizarla.
Después de mucho rato de espera e impaciencia y, entorno a las 9:30 de la mañana Nuestro Padre Jesús Nazareno realizaba su salida de la Parroquia de Santa María del Soterraño, temorosos por las nubes pero alegres e ilusionados de poder acompañarlo un año más en su desfile procesional por las calles de Aguilar.
Una vez esta Cofradía se encontraba en la calle, el cielo comenzó a abrirse como si de un nuevo milagro se tratase y, tras esto y una nueva reunión de la Junta de Gobierno de Mª Stma de la Amargura, esta cofradía decidió realizar su salida entorno a las 10:00 de la mañana.
Una vez las dos cofradías en la calle y, el cielo con unos tímidos rallos de sol Dios nos dio la oportunidad a algunos de disfrutar de nuevo en la calle, en mi caso, sintiendo el peso y la emoción de acompañar y llevar a Nuestro Padre Jesús Nazareno, con un coraje y fuerza digno de esta imagen. La mañana al ser tan atípica, tuvo como negativo que pudimos disfrutar de menos horas con estas imágenes en la calle, pero como parte positiva tuvo que pudimos disfrutar de un mayor esfuerzo llevando a nuestras respectivas imágenes. En la Plaza de San José el tiempo volvió a amenazar lluvia por eso el “pregón del paso” tuvo que ser más corto de lo habitual y, una vez Nuestro Padre Jesús Nazareno bendijo a su pueblo se emprendió la vuelta a su templo. Durante el camino de regreso y, a nivel personal, hubo muchos momentos emotivos, emotivos gracias a Paco, nuestro capataz, el cual demostró de nuevo porque se encuentra al frente de los costaleros de esta cofradía, dejando momentos verdaderamente emocionantes y, transmitiéndonos a nosotros la emoción y coraje que en esos momentos tenía.
Finalmente, llegamos a la Cuesta de la Parroquia y Jesús realizó su subida con más fuerza y ganas que nunca, ya que la lluvia seguía amenazando y, muchos de nosotros sentíamos la necesidad de dar toda la fuerza y sentimiento que teníamos dentro, ante la corta mañana de la que estábamos disfrutando debido a las inclemencias del tiempo. Posteriormente, realizó la subida Mª Stma de la Amargura, con el esfuerzo y entrega que caracteriza a esta cofradía, dándome a mí en este caso y, creo que a mucha gente de Aguilar, una de las imágenes más bonitas de la Semana Santa de Aguilar de la Frontera, la subida de Mª Stma de la Amargura mientras Nuestro Padre Jesús Nazareno la espera y, uno al lado del otro en lo más alto de la Cuesta de Jesús.
En definitiva, pudimos disfrutar de un día atípico pero emocionante y precioso por la tristeza del comienzo de la mañana y, la alegría del resto del día. Por eso quiero terminar pidiendo mis disculpas por diferente motivos, primero, por contaros la historia en primera persona, segundo, por transmitiros mi emoción personal del momento y, por último, por dar GRACIAS A DIOS por dejarme disfrutar un año más debajo de esta bendita imagen. Gracias a Dios, Gracias a esta directiva por esa decisión tan difícil y, a su vez tan afortunada y, sobre todo Gracias a ti Paco por darnos una lección más de cómo llevar un paso con elegancia y categoría.
