La historia del cartel, desde mi humilde punto de vista y sin ánimo de suntuosidad, más bello realizado nunca.
Este cartel que plasma la Imagen de la Stma. Virgen de la Soledad.
Imagen pintada al óleo por las primorosas manos de Andrea Amor Ortega que rebosan arte pese a que se tratan de manos escandalosamente jóvenes hasta, quizás, demasiado nobeles para realizar obra con tanta precisión y que revelan, sin duda alguna, la consagración de una artista.
Plasman sobre óleo el rostro dulce y armonioso de la Madre de Dios luciendo el bello manto de comienzos de siglo XX y corona de diadema de plata bañada en oro fino.
La autenticidad de la versión en su integridad no puede ser, en absoluto, cuestionada.
Pero claro, como todo en esta vida, tiene su explicación para obtener ese espléndido resultado. Además de esas prodigiosas manos, está Ella, la verdadera Madre de Dios. Ella está de por medio.
Pero ¿cómo es posible plasmar con tanta belleza la Imagen de María con sólo haber dispuesto de una simple fotografía sin incluso haber llegado a ver nunca el original?
Lo es. Sin duda, lo es.
Y este puede ser un buen ejemplo de ello. Máxime cuando esas manos están iluminadas por la luz del Señor, máxime cuando esas manos, además de estar llenas de ese don natural que Dios sólo a unos pocos privilegiados da, están también llenas de sentimiento, de pasión, de gusto por lo divino…….., de fe en definitiva.
Y cuando se dan estas condiciones, de esas manos, sólo pueden salir verdaderas obras de arte, pincelada a pincelada, trazo a trazo…..
Aquí, en este contexto, en esta exquisita mezcla, no hay límites: pasión, arte, fe, cariño, sentimiento….. el autor aunque sea tan joven, consigue el milagro, bendito milagro y benditas manos capaces de emocionar, de transmitir, de hacer sentir el privilegio de observar tanta belleza.
Desde la más profunda admiración, gratitud y reconocimiento por la obra de Andrea Amor Ortega Escobar.
Hermano Mayor de Cofradía de María Stma. de la Soledad.
