Como todos los años, cuando termina la Semana Santa sentí el propósito de realizar una pequeña entrada crónica de lo que fue o de lo que pudo haber sido. Por desgracia, este año no se ha podido celebrar la Resurrección de Cristo en las calles, pero se ha podido y se podrá celebrar siempre en nuestras Iglesias, en misa, en nuestras casas o en nuestros corazones.
Pero este año, al igual que nuestra Semana Santa, esta entrada no va a ser lo que era. La culpa de todo ello la tiene la lluvia. Desde que publiqué la Crónica del Viernes Santo mañana, he venido recibiendo algún comentario en el blog que no he querido publicar para evitar polémicas. Pues bien, como parece ser que se siguen recibiendo, voy a utilizar esta entrada para zanjar el tema.
Algunas personas, después de leer mi crónica, me han comentado de forma reiterada que no parece que haya vivido el mismo día que otro medio informativo de Aguilar de la Frontera, yo simplemente cuento lo que viví y lo viví desde dentro. Viví una cuesta de la Parroquia con ganas de que Jesús siguiera en la calle, lluvia, pero no tan abundante como para poner en riesgo ni Imagen ni cofrades y viví, para mí, uno de los momentos más bonitos que he podido vivir en muchos Viernes Santo por la mañana cuando la gente que había en la Cuesta de Jesús ovacionó la decisión de su Junta Directiva de seguir adelante con "oles" y aplausos.
Yo no soy nadie para juzgar a nadie, simplemente, para contar lo que vi, yo simplemente soy un humilde bloguero sin aires de grandeza, amante de nuestra Semana Santa y enamorao de mi pueblo. No podría criticar que la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Caído salga a la puerta a acompañar a la gente que allí se encontraba y a deleitarnos con unas marchas y unas mecidas ya que no íbamos a poder disfrutarlo este año en la Plaza de San José, y sobre todo, no podría criticarlo porque en la puerta estábamos un pueblo deseando que hiciese lo que hizo al menos, ya que si lo llega a hacer en la Iglesia posiblemente no podría haberlo disfrutado tanta gente y tampoco hubiera dejado las imágenes tan bellas que nos dejó.
Tampoco me considero nadie para juzgar si la Cofradía del Nazareno hizo bien o hizo mal, hizo lo que hizo, había dos opciones ya que estábamos en la calle o volver a entrar dentro por lo que no hubiéramos estado ni cinco minutos en la calle ya que una vez que se sale y se entra no se puede volver a salir o, lo que se hizo, dar un pequeña vuelta para satisfacer a la gente que allí estábamos, bien sean cofrades, costaleros o devotos. Eso sí, en ningún momento hubo prisas ni se perdió la calma.
Solamente digo una cosa, es muy fácil criticar cuando no se gobierna y además se sabe que nunca se va a gobernar. Cuando uno es el que tiene que tomar las decisiones, las cosas nunca se ven tan fáciles.
Es por ello, por lo que esta entrada se la quiero dedicar a la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Caído, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y, en especial, a todas aquellas Cofradías que no han podido realizar este año su Estación de Penitencia de forma adecuada. Por los difíciles momentos que han vivido y los que les esperan por vivir por desgracia. Y sobre todo, viva las Juntas Directivas de cada una de nuestras Cofradías, que lo entregan todo a cambio de nada, después de un año tras otro de duro trabajo. No obstante, ahora todo queda atrás, empezando todo de nuevo para acabar en la Semana Santa de 2014.
Pero este año, al igual que nuestra Semana Santa, esta entrada no va a ser lo que era. La culpa de todo ello la tiene la lluvia. Desde que publiqué la Crónica del Viernes Santo mañana, he venido recibiendo algún comentario en el blog que no he querido publicar para evitar polémicas. Pues bien, como parece ser que se siguen recibiendo, voy a utilizar esta entrada para zanjar el tema.
Algunas personas, después de leer mi crónica, me han comentado de forma reiterada que no parece que haya vivido el mismo día que otro medio informativo de Aguilar de la Frontera, yo simplemente cuento lo que viví y lo viví desde dentro. Viví una cuesta de la Parroquia con ganas de que Jesús siguiera en la calle, lluvia, pero no tan abundante como para poner en riesgo ni Imagen ni cofrades y viví, para mí, uno de los momentos más bonitos que he podido vivir en muchos Viernes Santo por la mañana cuando la gente que había en la Cuesta de Jesús ovacionó la decisión de su Junta Directiva de seguir adelante con "oles" y aplausos.
Yo no soy nadie para juzgar a nadie, simplemente, para contar lo que vi, yo simplemente soy un humilde bloguero sin aires de grandeza, amante de nuestra Semana Santa y enamorao de mi pueblo. No podría criticar que la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Caído salga a la puerta a acompañar a la gente que allí se encontraba y a deleitarnos con unas marchas y unas mecidas ya que no íbamos a poder disfrutarlo este año en la Plaza de San José, y sobre todo, no podría criticarlo porque en la puerta estábamos un pueblo deseando que hiciese lo que hizo al menos, ya que si lo llega a hacer en la Iglesia posiblemente no podría haberlo disfrutado tanta gente y tampoco hubiera dejado las imágenes tan bellas que nos dejó.
Tampoco me considero nadie para juzgar si la Cofradía del Nazareno hizo bien o hizo mal, hizo lo que hizo, había dos opciones ya que estábamos en la calle o volver a entrar dentro por lo que no hubiéramos estado ni cinco minutos en la calle ya que una vez que se sale y se entra no se puede volver a salir o, lo que se hizo, dar un pequeña vuelta para satisfacer a la gente que allí estábamos, bien sean cofrades, costaleros o devotos. Eso sí, en ningún momento hubo prisas ni se perdió la calma.
Solamente digo una cosa, es muy fácil criticar cuando no se gobierna y además se sabe que nunca se va a gobernar. Cuando uno es el que tiene que tomar las decisiones, las cosas nunca se ven tan fáciles.
Es por ello, por lo que esta entrada se la quiero dedicar a la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Caído, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y, en especial, a todas aquellas Cofradías que no han podido realizar este año su Estación de Penitencia de forma adecuada. Por los difíciles momentos que han vivido y los que les esperan por vivir por desgracia. Y sobre todo, viva las Juntas Directivas de cada una de nuestras Cofradías, que lo entregan todo a cambio de nada, después de un año tras otro de duro trabajo. No obstante, ahora todo queda atrás, empezando todo de nuevo para acabar en la Semana Santa de 2014.