La Asociación de Jóvenes Cofrades, ha vivido este fin de semana del 13 al 15 de Marzo, uno de los más importantes en la corta vida de esta asociación.En primer lugar, el Viernes, 13 de Marzo, tuvo lugar la Mesa Redonda, Semana Santa del pasado, presente y futuro, organizada por nuestro colectivo de jóvenes. La mesa contó con gran parte de las personalidades cofrades de nuestro pueblo. Dar las gracias a todos y cada uno de los componentes de la misma, como fueron: D. Francisco Juan Martín, D. Carlos Flores, D. Ricardo Llamas, D. Antonio Maestre Ballesteros, D. Pascual Bérchez Toro, D. Rafael Fuillerat Salido, D. Juan Mendoza, D. Rafael Mª Sierra Pérez, D. Antonio Maestre Carmona y nuestro gran moderador de la misma, D. José Galisteo.
Los temas que se plantearon durante la misma, fueron variados. Tales como, el papel de los jóvenes en nuestra semana santa, tradición o no tradición, hombres de trono o costal. Opiniones variadas de cada uno de nuestros ponentes que expusieron sus argumentos para defender una u otra postura.
Sin duda, en la sede de Asjocoa, se vivió una mágica noche de Cofradías, Juventud y Vivencias Cofrades de nuestros ponentes.
En segundo lugar, el Sábado, 14 de Marzo, en la Sala de Conferencias del Molino del Duque, a partir de las 20:15 horas de la noche, dio comienzo al acto culmen de nuestra asociación durante nuestra cuaresma 2015. El I Pregón Joven Cofrade de ASJOCOA, a cargo de D. Gonzalo Pérez Ávila, y presentado por D. Juan Mendoza.
D. Juan Mendoza, nos emocionó, con un cuento contado a su hija Enma, a los pies de su cama. En este cuento, se ilustraba la figura y persona de Gonzalo. Todos y cada uno de los asistentes vivimos el momento de ensueño de nuestro presentador. Una presentación de Amor, Amistad y Fe, a la altura de nuestro presentador y pregonero.
Tras Juan, llegó el momento de nuestro pregonero, de nuestro socio y amigo D. Gonzalo Pérez Ávila. No fue un pregón cualquiera, en el que se desgranaba día a día nuestra semana santa, sino que la Fe y el Amor a cristo y su madre bendita, fueron los pilares de dicho pregón. Nunca mejor dicho, una oda, a la Fe.
Silencio, la luz de cuatro candelabros que iluminaban el estandarte de Nuestra Señora de la antigua y un cuadro de nuestro Padre Jesús de la Humildad (las dos grandes devociones de nuestro pregonero), la voz dulce de Gonzalo, y de fondo, un hilo celestial de marchas procesionales. Momentos únicos de Familia y Amor. Como ya expuse antes, momentos únicos de FE, mucha FE.
